La violencia contra la mujer, violación a los derechos humanos

“La violencia es quizás la más violenta violación de los derechos humanos y quizás la más generalizada. No conoce límites geográficos, culturales o económicos. Mientras continúe, no podemos afirmar que estemos logrando progresos reales hacia la igualdad, el desarrollo y la paz.” - Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas.
Según datos de las Naciones Unidas, cada 18 segundos una mujer es maltratada en el mundo y una de cada cinco es víctima de violencia en sus propios hogares, según lo revela la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estando en pleno siglo XXI, en todos los países del mundo, hombre y mujeres no encuentran las mismas oportunidades ni estatus. Esta desigualdad es muchas veces el principal “tropiezo” con que se encuentra la erradicación de la violencia de género y por ende la violencia contra la mujer.

En 1981, la ONU ya daba muestras de alarma y advertía que “la discriminación contra la mujer viola los principios de la igualdad de derechos y del respeto de la dignidad humana”; en la declaración de Pekín (1993) se calificaba la violencia de género como una importante “violación de los derechos humanos”.

Hay muchas mujeres que son agredidas cada día, física o psicológicamente, en la intimidad de su hogar que tendría que ser una zona de protección segura, lo cual ahora queda muy lejos de la realidad. Pero si vamos aún más allá del ámbito doméstico, encontramos las agresiones y violencias que sufren las mujeres tan solo por el hecho de serlo.

Al pensar o tratar de identificar las causas del por qué se produce este entorno violento que encierra a la mujer, los expertos han vertido diferente opiniones y la que más ha tomado fuerza ha sido: la desigualdad que existe entre hombres y mujeres, en todo un mundo que sigue siendo predominantemente machista. Este “machismo”, este estereotipo cultural y social, no es fácil de erradicar, por lo mismo que son heredados de un modelo tradicional que se impone desde un modelo patriarcal, el hombre es fuerte, mientras que a la mujer se la relaciona con la sumisión.

Hasta hace relativamente poco, no ha sido fácil llegar al grado de conciencia sobre los derechos de las mujeres que existe hoy. Antes el problema de las parejas y la violencia, era un tema de puertas cerradas que solo se trataba en el hogar y donde nadie más se podía entrometer. Hoy, gran parte de la sociedad ha tomado conciencia sobre el tema de violencia, haciéndonos entender que para erradicarla, hace falta no mirar hacia otro lado, sino enfrentar el problema de raíz.


Son muchas mas medidas preventivas y de asistencia que muchas naciones contemplan en sus leyes para poder detener la violencia contra la mujer. El cambio es posible, denunciar el maltrato desde un primer momento en que se ven los signos de alarma es un buen comienzo. Las redes regionales, nacionales y mundiales creadas por grupos de mujeres están creciendo en fuerza y en impacto apoyando a otras mujeres para que se liberen de las cadenas de la violencia. Estas redes han inspirado una amplia gama de campañas que han hecho de este tema el centro de atención mundial.






El tema de la violencia contra la mujer, es actual, esta entre nosotros, lo permitimos y lo apoyamos al no denunciarlo y al no tomar las medidas necesarias para evitarlo. La parte más importante de concientizar, es el de pasar a la acción y saber que estos actos son condenados por ser violaciones contra los derechos de un ser humano, como tu, como yo, erradicarla, queda bajo responsabilidad de cada uno.







Por: Pamela Alarcón